El ritmo de nuestras vidas nos obliga a menudo a relegar el deporte al final del día. El deporte, sobre todo el intenso, es más beneficioso cuando se practica por la mañana y puede tener efectos adversos sobre el sueño cuando se hace demasiado tarde.

¿Por qué debemos hacer deporte por la mañana?

Nuestra temperatura corporal fluctúa en función de la hora del día y es más alta a última hora de la tarde, hacia las 18.00 horas. Después, la temperatura desciende hasta que nos sentimos cansados: nuestro cerebro prepara el cuerpo para dormir.

Las actividades deportivas nocturnas provocan un aumento de la temperatura corporal y, por tanto, una alteración del reloj biológico. Tendrás que esperar a que la temperatura vuelva a bajar para encontrar las condiciones óptimas para conciliar el sueño. Cuanto más tarde hagas deporte, más tarde te dormirás.

Los beneficios del deporte para el sueño

Los beneficios del deporte sobre el sueño se manifiestan en el hecho de que el deporte prolonga la duración del sueño profundo, durante el cual las hormonas de crecimiento celular están plenamente activas. Es también esta fase del sueño la que permite una buena relajación muscular y hace posible sentirse en forma y perfectamente descansado al despertarse por la mañana. Por tanto, el deporte es beneficioso para el sueño, siempre que no se practique demasiado tarde.

Para beneficiarse de todas las ventajas del deporte, es aconsejable practicar actividades intensas antes de las 6 de la tarde. En cambio, no existe ninguna contraindicación para practicar una actividad suave como el yoga o el pilates, que son deportes en los que la respiración permite una relajación beneficiosa para encontrar el sueño y dormir bien.

Durante y después del deporte, recuerda mantenerte bien hidratado, complementando esta hidratación con una infusión calmante antes de acostarte. Para conciliar mejor el sueño después de hacer deporte, no dudes en rociar tu almohada con un vaporizador relajante a base de lavanda.