Dormir a oscuras, con una luz nocturna o con la puerta abierta para que entre algo de luz, suele suscitar división de opiniones. Algunas personas necesitan sumirse en una oscuridad total para conciliar el sueño y no soportan el más mínimo rayo de luz, mientras que otras se duermen con facilidad sea cual sea la luz. Pero, ¿cuál es mejor para nuestra salud? ¿Influye la luz en la calidad de nuestro sueño?

Dormir a oscuras es mejor para la salud

Todos los especialistas del sueño coinciden en que la luz es perjudicial para el sueño y puede ralentizar el proceso de quedarse dormido. Dormir en completa oscuridad es mejor para la salud porque la oscuridad favorece la secreción de melatonina, la hormona del sueño que ayuda a conciliar el sueño. Por ello, las personas con dificultades para conciliar el sueño y que se despiertan a menudo por la noche deben dormir en completa oscuridad. Además, dormirse en la oscuridad facilita despejar la cabeza, lo que hace más fácil conciliar el sueño.
La oscuridad permite una relajación total y un mejor descanso, sobre todo para los ojos, puestos a prueba a lo largo del día por las numerosas pantallas del teléfono, el ordenador o la televisión.

¿Cuáles son las consecuencias de dormir con luz?

Dormir con luz puede incluso provocar depresión Y es que nuestro cerebro está hecho para dormir en la oscuridad, forzarlo a dormir con luz perturba el ciclo circadiano (al hacer creer al cerebro que aún es de día) y por tanto el equilibrio mental.
En algunos casos, dormir con la luz encendida puede incluso provocar un aumento de peso. Un estudio realizado por investigadores estadounidenses de los Institutos Nacionales de Salud y publicado en JAMA Internal Medicine afirma que dormir por la noche con una fuente de luz artificial puede provocar un aumento de peso en las mujeres.
Los habitantes de las ciudades pueden estar expuestos a la luz del alumbrado exterior, por lo que merece la pena invertir en una cortina opaca para limitar el impacto de la luz sobre el sueño. También puedes optar por un antifaz nocturno, al menos para conciliar el sueño.
Estas normas son válidas para adultos, pero también para niños y bebés.


¿Hay que acostumbrar a los niños a dormir con una luz nocturna?

Es un error pensar que un bebé duerme mejor con una luz nocturna, ¡los bebés no tienen miedo a la oscuridad! Basta con acostumbrarles a dormir a oscuras desde que nacen. La mayoría de las veces, los niños que tienen miedo a la oscuridad son los que han estado acostumbrados a dormir con una luz nocturna Los que siempre han dormido a oscuras lo encuentran completamente normal y no tienen miedo...
La luz nocturna crea una adicción en los niños, que se acostumbran a dormir con una luz nocturna desde muy pequeños, y pronto serán incapaces de prescindir de ella y su sueño será de menor calidad. Para las siestas, la oscuridad no es necesaria, en este caso, la luminosidad permite al bebé tomar conciencia de la diferencia entre el día y la noche.