Si, como algunos padres, has dicho "Cuando tenga hijos nunca tendrán chupete, ¡es feo! "y en cuanto saliste de la maternidad saliste corriendo a comprar uno para calmar el llanto de tu bebé, no dejas de tener un cierto sentimiento de culpa...

¿Pero está justificado? ¿Es tan malo el chupete para el niño?

El chupete no es sólo una forma de hacer que el bebé deje de llorar, de hecho la succión forma parte de las necesidades vitales de un bebé de la misma forma que dormir o comer. El hecho de succionar permite tranquilizar al niño. Al mamar, el bebé segrega endomorfina, la hormona del bienestar que calma el estrés del niño. A veces el bebé se chupa el pulgar, el puño, su peluche, pero otras veces necesita un chupete. Es importante saber que los chupetes tienen un efecto positivo en el sueño de los bebés, ya que facilitan la repetición espontánea del sueño durante la noche.

Para los que temen una deformación del paladar o de los futuros dientes, deben saber que el chupete es mucho menos perjudicial que el pulgar. Para evitar cualquier problema, lo mejor es elegir un chupete muy suave y permitir que sólo se utilice para dormir a medida que el niño crece. Lo mejor es dejarlo por completo cuando tu hijo tenga unos 2-3 años, que suele ser cuando empieza a ir al colegio. Para evitar el riesgo de problemas de habla y para que el niño pueda articular correctamente cuando empiece a hablar, acostúmbrale a quitarse el chupete antes de hablar.

El chupete suele considerarse un nido de microbios. En efecto, hay que estar especialmente atento en cuanto a la higiene del chupete, que a menudo se arrastra por el suelo, en la guardería o en la casa del niño, pasa de mano en mano (no siempre limpia...). Para limitar la proliferación de bacterias, no dudes en tener varios chupetes en el bolso y limpiarlos regularmente, opta por un clip para chupetes para evitar que se caiga al suelo, y si lo reservas para las siestas y por la noche, ¡hay menos riesgo de que se ensucie!

Por último, debes saber que investigadores estadounidenses han revelado, a través de un estudio, que el chupete podría reducir el riesgo de muerte súbita, en particular por representar un obstáculo mecánico al hecho de rodar sobre el estómago, pero también porque el chupete mantiene la lengua hacia delante y libera las vías respiratorias.

No te sientas culpable por ofrecerle a tu hijo un chupete, siempre que :

- Dale un chupete limpio

- Limitar su uso a las horas de descanso (siesta y noche)

- Esperar a que el bebé lo necesite realmente antes de ofrecérselo sistemáticamente

- Reducir gradualmente su uso tan pronto como sea posible