El saco de dormir es un elemento esencial para la seguridad del bebé mientras duerme, ya que los pediatras desaconsejan el uso de edredón, manta y almohada antes de los 18 meses de edad.

Las ventajas del saco de dormir

El saco de dormir es fácil de usar, permite colocar al bebé boca arriba, la posición más segura, proporciona una buena cobertura de todo su cuerpo, sin obstaculizar sus movimientos y sin que sea descubierto durante la noche, para que el bebé, aunque se mueva mucho, permanezca perfectamente cubierto y siempre a la temperatura adecuada.

¿Qué saco de dormir para cada temporada?

Para que el bebé duerma bien, no debe tener demasiado calor ni demasiado frío, la temperatura ambiente ideal debe ser de unos 19°C. Para la temporada de invierno, elija un saco de dormir grueso con acolchado, puede elegir un modelo con mangas, para el verano, prefiera un saco de dormir ligero sin acolchado que envuelva y tranquilice al bebé sin mantenerlo caliente.

Elija sacos de dormir hechos de materiales naturales como el Algodón Orgánico, que asegura una mejor circulación del aire y una buena evacuación de la humedad, para que el bebé sude menos, duerma mejor, la proliferación de bacterias es limitada sin necesidad de añadir un tratamiento químico antibacteriano y antiácaros, el Algodón Orgánico es más suave para la piel y adecuado para la piel sensible, también es más saludable para su hijo.

¿Qué significa la subvención TOG?

La TOG determina el grosor del saco de dormir, cuanto más alto es, más caliente es el saco de dormir.

Una TOG 1 es perfecta para una habitación con una temperatura superior a los 22°, en cuyo caso el bebé sólo llevará un body o un pijama ligero.

Una TOG de 2,5 es adecuada para una habitación con calefacción entre 16° y 20° y el bebé debe llevar un body y un pijama de algodón o terciopelo.

Para habitaciones con temperaturas inferiores a 16°, elija un saco de dormir, incluyendo la TOG de 3,5 ó 4 con un body de manga larga y pijama de terciopelo.