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    Durante las primeras semanas de vida del bebé, a menudo tenemos la tentación de dormir a su lado, para facilitar la lactancia o para no tener que levantarnos 10 veces durante la noche en cuanto oigamos un ruido en su habitación Pero cuidado, por la seguridad del bebé, no es cuestión de hacerle dormir en la cama entre los padres, el riesgo de asfixia es demasiado grande; además, ¡ni el bebé ni los padres están cómodos durmiendo!

    Una cuna cómoda para el bebé

    Para dormir junto a tu hijo, puedes colocar su cuna junto a la tuya u optar por una cuna de colecho que cumpla la normativa europea. La cuna debe estar equipada con un colchón firme, a ser posible de materiales naturales y de las dimensiones exactas de la cama. Si es necesario, opta por un colchón de cuna a medida, ¡pero no es cuestión de calzar un colchón demasiado pequeño con una toalla enrollada a los pies!

    En su cuna, el bebé debe dormir boca arriba, en un saco de dormir y sin ningún peluche a su alrededor. Vigila la temperatura de la sala, ya que cuantas más personas haya en ella, mayor será la temperatura. No debe superar los 19°. Si por alguna razón tienes que poner a tu bebé en tu cama (mientras le das el pecho o el biberón), asegúrate de destaparle para que no pase demasiado calor.

    Los beneficios del colecho

    El colecho puede ser práctico en los pisos pequeños donde el bebé no puede tener su propia habitación. También es aconsejable facilitar la lactancia materna para que no tengas que desplazarte entre tu habitación y la de tu bebé varias veces durante la noche. Puedes dar el pecho sin levantarte e incluso seguir durmiendo (¡si puedes!)

    El colecho permite a los bebés estar tranquilos, sienten a sus padres al lado y esto puede ayudarles a tener un sueño tranquilo. También es beneficioso para las madres, ya que facilita el sueño, sobre todo al final del permiso de maternidad, cuando el bebé todavía no duerme toda la noche, se despierta dos veces por la noche y el despertador suena a las 6.30 de la mañana de cualquier manera

    Es evidente que el colecho no debe prolongarse demasiado, a los 6 meses los niños deberían poder dormir solos en su habitación, pero esto es sólo una media, cada individuo es diferente...

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