La fibra de coco se utiliza cada vez más en la composición de ciertos colchones, en particular los colchones para bebés por sus cualidades respiratorias y antialérgicas. Pero, ¿de dónde viene esta fibra?

La fibra de coco es la fibra de celulosa, también llamada "coco", que rodea naturalmente al coco y lo protege durante su fase de crecimiento. La fibra de coco se extrae manualmente de las nueces verdes o maduras, después de remojarlas en agua para ablandarlas, se lavan y se secan al sol.

Esta cosecha permite participar en el desarrollo económico de los países cultivadores, principalmente India y Sri Lanka. Su producción mundial es de unas 500 000 toneladas anuales.

La fibra de coco es especialmente resistente y menos flexible que otros materiales naturales, como el algodón, y se utiliza principalmente para fabricar tapicerías para muebles y colchones. Tiene la ventaja de ser renovable, natural y biodegradable.

La fibra de coco es muy interesante en la composición de los colchones. Aumenta la firmeza y la longevidad del colchón al tiempo que garantiza una perfecta ventilación. En efecto, el coco no retiene la humedad, por lo que evita cualquier riesgo de moho en la ropa de cama.

Los colchones de coco son los más transpirables del mercado. Esta fibra asegura un soporte firme, asociada al látex permite obtener un colchón de densidad semidura, recomendado para los bebés por los pediatras. Ofrece una excelente circulación de aire que asegura un lado antialérgico y antiácaros, lo que evita tener que utilizar un tratamiento químico.