Para que el bebé duerma bien, es esencial elegir un buen colchón, pero eso no es todo: ¡también hay que elegir una buena ropa de cama!

La primera regla: elegir materiales naturales que limiten el riesgo de alergias y permitan una mejor circulación del aire.

Para proteger el colchón contra las fugas y mantenerlo sano y limpio durante muchos años, es imprescindible cubrirlo con un protector de colchón. Pero no uses una lámina de plástico como en algunos hoteles. El PVC bloquea la circulación del aire y provoca una sudoración excesiva, además de hacer ruido cada vez que se cambia de posición. Para combinar comodidad y protección, opte por una sábana de Algodón Orgánico o defibra de Tencel y poliuretano. Este material es a la vez impermeable y transpirable, por lo que bloquea los líquidos a la vez que deja respirar el aire, ¿el resultado? Un colchón protegido y un niño que no suda.

Las sábanas ajustables para bebés también deben elegirse de materiales naturales, por la suavidad que proporcionan.

Para combinar protección y sencillez, opte por la sábana bajera 2 en 1, una sábana bajera de Tencel ultrasuave que regula la temperatura, combinada con una fina capa de poliuretano impermeable. Una sábana para dos usos, una sábana para poner en el colchón, una sábana para guardar, una sábana para llevar de vacaciones: ¡qué comodidad!

Para los bebés menores de un año, es aconsejable utilizar un saco de dormir , elígelo de algodón, un material suave, natural, transpirable y fácil de lavar, siempre es práctico en caso de un pequeño accidente...

Cuando el bebé crezca puedes elegir un edredón, opta siempre por un edredón con etiqueta ecológica y elige una funda nórdica... ¡de material natural, por supuesto!