Dormir bien es una necesidad fisiológica del niño, un buen sueño permite a los bebés un buen desarrollo físico y mental. Pero los niños pequeños tienen un sueño muy diferente al de los adultos, para respetarlo bien es importante conocerlo bien.

Entre los 0 y los 2 meses, el recién nacido aún no conoce la diferencia entre el día y la noche, todavía necesita comer durante la noche y duerme entre 16 y 20 horas al día. El sueño del niño se divide en ciclos sucesivos de unos 50 minutos (en lugar de 90 en los adultos), por lo que el niño puede permanecer dormido durante varias horas, pero también puede despertarse y llorar entre cada ciclo... Cada uno de estos ciclos se compone de una fase de sueño agitado durante la cual el bebé hace movimientos bruscos, caras divertidas, respira ruidosamente, emite algunos ruidos, es el signo de una intensa actividad cerebral. Luego llega la fase de sueño tranquilo en la que parece estar profundamente dormido, sus rasgos están relajados, su respiración es tranquila, ¡tenemos la impresión de que el cielo podría caer sobre nuestras cabezas sin que el bebé se despierte! Es durante esta fase cuando las células se regeneran y el cerebro segrega la famosa hormona del crecimiento.

A partir de los 2-3 meses, el sueño inquieto se convierte en sueño REM (fase en la que se producen los sueños) y los ciclos de sueño se alargan. La fase de sueño tranquilo se convierte en sueño de ondas lentas, que será cada vez más importante a medida que el niño crezca. Entonces el niño aprenderá a reconocer el día y la noche y sus períodos de despertar serán cada vez más largos, sobre todo al final del día, período en el que Se trata de los llamados "periodos de descarga", en los que el niño evacua su estrés.

Entre los 6 y los 12 meses, el niño duerme de 10 a 12 horas por la noche y duerme mucho menos durante el día. Cuanto más crezca el niño, más se acercará su sueño al de un adulto, pero hasta los 5 años no serán idénticos.

Sea cual sea la edad, para favorecer que el niño duerma y no se "despierte" entre cada fase del sueño, es importante respetar la calma y la oscuridad.