Aunque hablemos del calentamiento global, el invierno sigue siendo frío y sigue siendo una estación difícil de gestionar en cuanto a la ropa de los bebés. ¿Cómo tapar a tu hijo para que no tenga ni demasiado calor ni demasiado frío?

¿Cómo debes vestir a tu bebé para salir en invierno?

Una regla básica: pon a tu hijo en una capa más que tú porque se mueve menos que tú. Es preferible poner varias capas superpuestas en lugar de una sola capa gruesa, para poder añadir o quitar ciertas prendas si la temperatura cambia. Para los paseos en cochecito, elige un traje de vellón para mantener al bebé abrigado, pero recuerda quitártelo en cuanto estés en una habitación cálida. Para los paseos en cochecito, opta por un nido de ángel que cubra la cabeza del niño y se abra completamente sin despertar al bebé al llegar a casa.

No olvides cubrir la cabeza del bebé con un gorro, ya que los niños pequeños pierden gran parte de su calor corporal a través de la cabeza.
No te olvides de cubrir sus pies con calcetines y zapatos calientes, como pequeñas botas de piel.

Tenga cuidado en el coche, donde a veces la temperatura puede subir muy rápidamente, es aconsejable quitar el traje del conductor y la chaqueta pesada en el asiento del coche y cubrir al niño con una manta que se pueda quitar fácilmente si se calienta demasiado.

¿Cómo cubres a tu bebé por la noche en invierno?

Regla 1: Que haga frío fuera no significa que debas calentar en exceso la habitación de tu bebé. La habitación del niño debe estar siempre entre 16° y 20°, pero no más caliente para no perturbar su sueño ni poner en peligro su salud. Asegúrate de que la cama no está colocada cerca de una fuente de calor.

Prefiera la ropa de cama fabricada con materiales naturales, que son más saludables y transpirables, ya que ayudan a regular la temperatura.

Para el pijama, prefiera un traje de dormir de una pieza en lugar de un pijama de dos piezas, para que la barriga del niño no se ponga al aire. Para aumentar el calor, puedes ponerte un body de algodón de manga corta o larga debajo del pijama, según la temperatura de la habitación.

El accesorio imprescindible para que el bebé duerma con seguridad desde su nacimiento es el saco de dormir. Elige un saco de dormir de invierno (TOG 2,5) de Algodón Orgánico que permita una buena circulación del aire para limitar la sudoración excesiva, que suele ser la causa de que los niños se despierten por la noche. En ningún caso se debe utilizar una manta térmica en la cama de un niño, ya que pueden ser peligrosas.

A partir de los 18 meses, los bebés pueden dormir con un edredón de materiales naturales cubierto con una bonita funda nórdica.