Ya está, por fin han llegado las esperadas vacaciones de Navidad, es hora de reunirse con la familia, de disfrutar de los niños en los momentos cálidos alrededor del árbol, de visitar a la familia que a veces vive lejos, y de recordar algunas normas de seguridad al viajar en coche con el bebé.

En primer lugar, es preferible viajar a una hora en la que el niño pueda dormir, es decir, por la noche o muy temprano por la mañana o a la hora en la que el bebé está acostumbrado a tomar una siesta, de modo que el viaje parezca más corto.

Es obvio que los bebés deben viajar en un asiento de seguridad que cumpla con las normas europeas y se adapte a su tamaño y peso, los niños menores de 12 kg viajarán de frente a la carretera, más allá de los 12 kg el asiento de seguridad se colocará de frente a la carretera en los asientos traseros del coche.

En invierno, recuerde descubrir al bebé durante el viaje, ya para evitar que haga demasiado calor (con la calefacción la temperatura en un coche suele ser de unos 22 grados) y sobre todo porque el arnés del asiento del coche no se ajusta lo suficiente cuando el bebé está envuelto en una chaqueta o un traje de piloto, ya que se han realizado pruebas y se ha comprobado que, en caso de impacto, el tejido de la chaqueta se comprime y se crea un espacio entre el arnés y el cuerpo del niño, el cual puede ser sacudido en el asiento, este movimiento de "golpe de regazo".

Siempre traiga una botella de agua para que su bebé pueda hidratarse regularmente, incluso en invierno la deshidratación puede ser rápida en un coche.

No olvide tomar descansos cada 2 horas para su seguridad y la de los niños. Aproveche la oportunidad de caminar, correr y cambiar la posición del bebé para evitar llorar.