La contaminación está presente en todas partes, sobre todo en las grandes ciudades, pero no crea que está protegido por permanecer bien encerrado en su casa, ¡a veces es peor!

En efecto, el aire de nuestra casa no es necesariamente más sano, los productos de limpieza que utilizamos no siempre son seguros, las pinturas pueden contener sustancias nocivas, al igual que los muebles. Esta contaminación invisible puede provocar problemas de salud tanto en adultos como en niños. Pero hay soluciones para purificar su hogar.

En primer lugar, lo más importante y lo más fácil de hacer: ¡ventilar! Lo pensamos en primavera o en verano porque queremos que entre el sol, queremos oír el canto de los pájaros, pero en invierno, para ahorrar en calefacción, nos olvidamos de este pequeño y sencillo gesto que nos permite renovar el aire de la casa. 10 minutos son suficientes para purificar tu casa y reducir las sustancias nocivas, así que aunque haga mucho frío: ¡sé valiente y ventila!

No bloquee las salidas de aire ni el VMC y compruebe su funcionamiento regularmente. Para limitar la cantidad de contaminantes en el aire, cambia tus hábitos de consumo.

Aspira regularmente para eliminar el polvo y los ácaros, no abuses de los productos para limpiar el suelo, cuando no esté muy sucio puede bastar con agua caliente. Elija sus productos de limpieza en una gama ecológica.

En las paredes de la habitación de los niños, elige pinturas sin disolventes.

Elija materiales naturales al seleccionar la ropa de cama, los muebles, las alfombras y los colchones.

Opta por muebles recubiertos con una pintura especial para niños, sin sustancias nocivas. Elige también un colchón para bebés que permita una buena circulación del aire y que tenga la certificación OEko Tex.

No utilices los ambientadores tradicionales, opta en cambio por aceites esenciales con propiedades limpiadoras: el niaouli o el aceite de limón tienen propiedades antivirales y antibacterianas, al igual que el aceite esencial de ravintsara, que también estimula el sistema inmunitario.

En la habitación de un niño, limite el número de chucherías en las estanterías que son verdaderos nidos de polvo, limite el número de peluches y lávelos regularmente.

Para el resto de la casa, especialmente el salón, también puedes descontaminar el interior con ciertas plantas descontaminantes que absorben las sustancias nocivas. Los más conocidos son el spathiphyllum y el filodendro, pero también el chlorophytum, la dracaena y el helecho de Boston.