El verano o el invierno son dos estaciones opuestas pero hay algo que se repite siempre: las dudas de los padres sobre cómo abrigar a su bebé para dormir.

Saber qué le pasa a un recién nacido puede ser complicado en algunos casos.  ¿Tendrá demasiado frío? ¿Le habré abrigado demasiado? ¿Qué tejidos son mejores para regular la temperatura? Con el paso del tiempo, aprendes a distinguir algunas señales para saber si tu bebé está a gusto así que tómatelo con calma y como si fuera un aprendizaje constante. Nosotros también queremos ayudarte con estos consejos.

¿Por qué tenemos frío y calor? 

El cuerpo humano cuenta con un sistema de termorregulación para adaptarse a las condiciones del exterior. El objetivo es intentar mantener siempre una temperatura corporal óptima para que el organismo pueda hacer las funciones vitales de la mejor manera posible. Por eso tenemos escalofríos cuando estamos expuestos al frío o empezamos a sudar si hay un exceso de calor. 

Ahora bien, en los bebés, este mecanismo no se ha desarrollado todavía por lo que tienen más dificultades para adaptar su temperatura corporal.

Como explica la ‘Guía práctica para padres desde el nacimiento hasta los 3 años‘ de la Asociación Española de Pediatría (AEP), «Los recién nacidos no son capaces de regular al principio su temperatura, por lo que, si los abrigamos demasiado o los mantenemos en ambientes calurosos, pueden llegar a tener fiebre». 

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Abrigar al bebé para dormir: objetivo cumplido

Para asegurar un sueño tranquilizador y reparador, es importante que el niño no esté ni muy caliente ni muy frío. Partiendo de este punto, ¿cómo puedes abrigar al bebé en invierno y en verano?

• En caso de frío extremo, puedes optar por un body de manga larga y un saco de dormir con un TOG (índice de calor) superior a 2.  El gorro de nacimiento es un accesorio más importante de lo que parece ya que permite a los recién nacidos mantener una temperatura corporal cercana a los 37°. Cuando el bebé crezca y duerma en una habitación con una temperatura superior a los 16°, no será necesario ponérselo.
• Si las temperaturas son altas o estamos ante una ola de calor, puedes hacer que el bebé duerma directamente en un body, sin pijamas y en un saco de dormir de verano no acolchado. Aunque sea pleno verano y te parezca que no hace falta vestirlo, evita que el bebé duerma sin camisa. Recuerda que durante la noche, en ciertas fases del sueño, la temperatura del cuerpo desciende y podría resfriarse. Además, la mayoría de los bebés no pueden soportar dormir sin nada puesto. Es por eso que a menudo necesitan un pequeño paño sobre ellos para sentirse tranquilos y seguros.

Pero, ¿cómo sabes si la temperatura en la habitación de tu bebé es ideal? 

• La recomendación es que debería estar entre unos 20-23 C°, según la guía de la AEP.
• Es importante evitar las exposiciones a corrientes de aire así como que permanezca durante mucho tiempo al lado de fuentes de calor directas como estufas. 
• Los rayos solares mientras duerme pueden afectar a su piel, que todavía es muy frágil. Incluso en invierno, los rayos UV pueden ocasionarle daños.

Interpretar las señales de su pequeño cuerpo es un buen truco para saber qué sensación térmica tiene. Aunque al principio te parezca un acertijo, enseguida empezarás a entender cada sensación: 

• Puedes comprobar la temperatura tocándole las manos y la barriga. La mejor combinación es cuando su barriga está caliente y sus manos están frías. 
• Si ambos están fríos, es una señal de que debes cubrir más al niño. 
• Si ambos están calientes, el niño está demasiado caliente y es mejor destaparlo.
• También puedes observar el color de los labios y mejillas. Si es pálido o azulado, es que el niño tiene frío. 

El traje ideal para abrigar al bebé mientras duerme

Un body de algodón para que no se descubra y para que no sienta frío en el estómago es perfecto. Es importante que sea de algodón 100% orgánico para asegurarte de que ningún tratamiento químico o material artificial estará en contacto directo con la sensible piel de tu hijo.

Los peleles de Algodón Orgánico también son tendencia. Són tan cómodos como los bodys y como están hechos de un material natural ultra transpirable, se limita la transpiración excesiva, el bebé suda menos y se despierta con menos frecuencia.

También puedes optar por un saco de dormir, ya que son seguros, transpirables y el recién nacido se puede mover dentro de ellos con total libertad sin peligro alguno. El tipo de grosor dependerá de la temperatura de la casa.

En las siestas durante el día o las que coinciden con los paseos, puedes taparlo con una muselina. No pesan nada, son muy prácticas de llevar y seguirás cuidando la piel de tu bebé. 

Y tú, ¿cómo abrigas a tu bebé para dormir? ¿Tenías dudas antes de leer este artículo?

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