Con un bebé en casa, cada día puedes descubrir algo emocionante. Si tienes un recién nacido, a lo mejor has vivido una situación que es más común de lo que parece. En mitad del sueño, tu bebé llora dormido y tú no sabes qué hacer. ¿Es mejor despertarle? ¿Cuáles son las causas? ¿Se puede prevenir? ¿Es incómodo para el bebé?

No te preocupes: lo mejor es tratar este momento con naturalidad y entender qué le pasa. 

Por que el bebe llora dormido

¿Por qué tu bebé llora dormido?

A los adultos, a veces se nos olvida que durante los primeros meses de vida, un bebé no es consciente de su propia existencia. Todavía no la ha desarrollado y por eso es tan importante el vínculo con su madre. Por decirlo con otras palabras: sienten que su madre y ellos son uno mismo. 

Por otra parte, en esta primera etapa, el sueño del bebé está evolucionando y todavía tiene más fases de sueño ligero que profundo. Así pues, es más fácil que se inquiete mientras duerme e incluso que llore cuando eche de menos a su figura materna. 

En cualquier caso, la explicación de este trastorno es que el llanto se produce justo cuando el sueño sí es profundo. Por eso no se despierta por completo y llora dormido.

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Otros motivos por los que un bebé llora dormido

Pero si finalmente acaba despertándose y el sueño se interrumpe, es posible que haya otras causas detrás como por ejemplo:

  • Siente molestias porque tiene gases o le duele algo. 
  • Tiene hambre y es su forma de expresarlo.
  • Por ansiedad. Si el bebé ha tenido un día lleno de estímulos, es normal que por la noche llore más. 

Si tu bebé llora dormido prueba estas soluciones

Los especialistas coinciden: durante estos episodios de llantos nocturnos, es mejor no despertar al bebé. Simplemente, quédate a su lado para que cuando abra los ojos por sí mismo, te vea y se calme. 

Paralelamente, no olvides la importancia de mantener una rutina de sueño saludable para propiciar el descanso de tu pequeño.

En este blog hemos tratado el tema en otras ocasiones pero queremos recordar lo más destacado:

  • La hora del baño es sagrada y hacerlo justo antes de ir a dormir, ayuda a conciliar el sueño. 
  • Cántale una canción de cuna o ambienta la habitación con ruido blanco. Son composiciones musicales que recuerdan al sonido de las olas del mar, de la lluvia o de una cascada. Si cuando tú los escuchas te relaja, ¡imagina a tu bebé!
  • Masajea su espalda: aunque sea aconsejable acostarlo boca arriba, puedes colocarlo boca abajo mientras duerme y frotar la espalda girando la mano en el sentido de las agujas del reloj. Este movimiento es muy relajante y también sirve para aliviar problemas digestivos.
  • Vístele con un body tan suave como su piel: elige un body de Algodón Orgánico y evita los materiales sintéticos que podrían causar irritación de la piel y promover la transpiración. En invierno, un body de manga larga debajo del pijama es perfecto para mantener caliente al bebé. 
  • Una cama con una sábana bajera de calidad: no hay nada mejor que la suavidad del Algodón Orgánico. Es incluso más suave que el algodón convencional y está especialmente indicado para las pieles frágiles o propensas a las alergias. 

 

¿Qué rutina sigues tú? ¿Cómo vives esos momentos antes de que se quede dormido?

Según la 'Guía de Práctica Clínica sobre Trastornos del Sueño en la Infancia y Adolescencia', editada por el Ministerio de Sanidad, en el primer año de vida de un bebé, sus padres pueden perder entre 400 y 750 horas de sueño. Pero aunque fuera cierto, lo que cuenta es que se ganan muchísimas otras cosas más.