Aunque estén dormidos, a los bebés les gusta sentir que tienen a sus padres cerca. Desde siempre, una de las prácticas más comunes ha sido el colecho, que facilita el contacto por las noches durante los primeros meses de vida, donde los despertares se vuelven frecuentes. 

En esta guía para dormir con la cuna pegada a la cama encontrarás las claves para disfrutar del colecho y asegurarte de que no supone ningún riesgo para el bebé.    

Las cunas pegadas a la cama o cunas colecho: ¿es recomendable dormir así?

Las cunas pegadas a la cama o cunas colecho son más pequeñas y se suelen utilizar para bebés de hasta 9 meses de edad. Como se puede pegar a la cama de matrimonio, los padres pueden cuidar, vigilar y alimentar al bebé con más facilidad. El contacto es total y constante durante toda la noche. 

¿Por qué se han hecho tan populares? En primer lugar, porque muchos estudios han hablado de las ventajas del colecho para el desarrollo del niño y estas cunas son ideales para vivir esta etapa.  

La Guía de Práctica Clínica sobre lactancia materna dedica parte de su contenido al colecho y explica que se trata de una práctica “que favorece el buen inicio de la lactancia materna”. Eso sí, es fundamental desarrollar un colecho seguro. ¿Qué significa exactamente? Descúbrelo a continuación.

¿Qué beneficios tiene el colecho?

  • Tranquilidad para todos: son momentos de calma, donde podéis reforzar el vínculo emocional. Aprovecha para acariciar a tu bebé o simplemente, observar cómo duerme y se siente relajado.
  • Facilita la lactancia: como estáis juntos, cuando el bebé quiere comer, el tiempo de respuesta es más breve. Esto también hace que después se duerma con más facilidad, ya que no se ha alterado demasiado esperando la toma.
  • Se regula la temperatura y la respiración: es lo que se conoce como sincronía termal. Si el recién nacido está más frío de lo normal, la temperatura del pecho de la mamá aumenta dos grados para que se estabilice. Con la respiración ocurre algo parecido: cuando el bebé escucha respirar a sus padres, se regula la suya. Esta sincronización ayuda a corregir los episodios de apnea.
  • Reduce el riesgo del Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL): los expertos indican que este es uno de los principales beneficios del colecho. Desde la Asociación Española de Pediatría se sugiere que el bebé debería dormir en la misma habitación de los padres hasta los 6 primeros meses de vida. Un periodo de tiempo donde se puede dormir con la cuna pegada a la cama.

¿Sabías que en países como Japón, Suecia o Noruega, el 90% de las familias duerme con sus hijos?

5 tips esenciales para dormir con las cunas pegadas a la cama

Si vas a dormir así con tu bebé, repasa estos puntos para asegurarte de que lo estás haciendo bien:

  1. La temperatura de la habitación: no debería ser ni muy baja ni muy alta. Lo ideal es encontrar un término medio tanto para el bebé como para ti.
  2. Sin tabaco: evita fumar en la habitación antes de que vayáis a dormir para que no quede humo en el ambiente.
  3. Una cuna despejada: sin cojines o juguetes, para que el bebé no sufra asfixia. Tampoco se recomiendan almohadas hasta que el bebé tenga dos años.
  4. La superficie del colchón: deberá ser lisa y firme, para que el bebé no quede atrapado.
  5. Descansa: cuando tu bebé consiga conciliar el sueño, aprovecha para dormir y recuperarte. Es importante recargar tu energía para sentirte bien.

Al elegir el colchón de la cuna de colecho, prioriza aquellos que son orgánicos y hechos de materiales naturales: es la manera de garantizar un sueño más saludable y un aire más limpio en la habitación. 

Además, los materiales naturales como el coco o TENCEL™ repelen de forma natural las bacterias y los ácaros. También son antialérgicos sin necesidad de un tratamiento adicional.

¿Cómo son las cunas pegadas a la cama?

Ya sabemos que una cuna colecho se coloca al lado de la cama de matrimonio, como si fuera una extensión de la misma, pero ¿en qué te deberías fijar si vas a comprar una?

  • El material: las hay de madera, de plástico, de aluminio… No hay opciones mejores o peores. En función del material, te ofrecerán una mayor o menor resistencia.
  • El tamaño: por lo general, las cunas pegadas a la cama son más pequeñas. Por eso reciben el nombre de minicunas. 
  • El tipo de cama: la cuna colecho deberá ser adecuada para la cama de matrimonio. No es lo mismo una que tenga patas que una con canapé. También será más cómodo para ti si puedes regular la altura de la cuna.
  • Fija o portátil: hay modelos que se pliegan y se pueden transportar con facilidad por casa. Así podrás seguir utilizándola en otros momentos.
  • Reclinable o no: aunque no es esencial, puede ser un extra si tu bebé tiene reflujos ya que le ayudará a respirar mejor mientras duerme. 

Cunas pegadas a la cama: ¿sí o no?

Sin lugar a dudas, se trata de una decisión que debe tomar cada familia, pero los beneficios de las cunas colecho han sido demostrados y por eso, tienen tan buena acogida. Además, facilitan la transición del bebé a la cuna individual. 

Sea cual sea tu elección, recuerda que lo importante es que os apetezca experimentar el colecho en casa. Después, solo tendrás que aplicar estos consejos y disfrutar de esta etapa donde nada os separará.